Escribe Susana Merlo
Pocas veces como ahora, se hizo tan complejo presupuestar el nuevo ciclo de la producción agropecuaria.
Con precios internacionales muy altos; con márgenes internos demasiado acotados; con un mercado mundial altamente inestable, y con falta de algunos insumos básicos, sin mencionar los riesgos de cambios en materia de política económica, y mucho más sectorial, hoy las posibilidades de un productor de hacer cuentas más o menos ciertas de cuanto y como invertir, para recuperar lo aplicado recién dentro de 6 a 12 meses, suena más a ruleta rusa que a cálculo matemático.
De hecho, aunque lo hicieran, sería prácticamente virtual, y con mucha posibilidad de cambiar radicalmente de un momento a otro. Por eso, la característica saliente de la nueva campaña volverá a ser la “cautela”, tratando de disminuir el riesgo a su mínima expresión.
Pero, ¿Por qué es tan grave?, ¿Qué es lo que se enfrenta?
Arrancando por el mercado internacional, a los bajos stocks, y la paulatina recuperación de la demanda tras la caída provocada por la pandemia de Covid, se le suma desde febrero, el conflicto en el Mar Negro por el ataque ruso a Ucrania (uno de los principales productores de alimentos de esa región, con el tamaño de dos provincias de Buenos Aires), que restringió fuertemente la oferta de algunos productos como trigo, maíz y aceites.
La situación se tensó al punto que los precios, que ya venían muy firmes, sumaron otros U$S 100 por tonelada en el caso del trigo.
Naturalmente, y como siempre, el clima y lo que vaya sucediendo en cada región productora, tendrá mucho que decir a partir de acá, igual que otras cuestiones indefinidas aún: ¿Qué pasa si el conflicto con Rusia se prolonga, o se amplía a otras regiones?. Y, por el contrario, ¿Qué sucedería si se firma la paz entre ambos países?, ¿Cuánto retrocederían las cotizaciones en ese caso?. ¿Cuál es el volumen de stocks por productos en aquella zona, que no se pudo vender, y que saldría de golpe al mercado al ceder el enfrentamiento bélico?
En el frente interno las dudas tampoco son menores. Por un lado algunos pronósticos hablan de la posibilidad, inédita, de un tercer ciclo de Niña (seca), aunque más atenuado que los dos anteriores, pero no es esto lo que más desvela a los productores.
Más vale, los precios y el abastecimiento de los principales insumos se ubican entre los primeros puestos de inquietud. Habrá combustible, ¿A qué precio?, ¿Cuánto pueden encarecerse los fertilizantes?, ¿Darán los dólares para importarlos?, ¿Qué pasa con los repuestos más sofisticados de maquinarias y equipos?, y las cubiertas?
Lo mismo ocurre con los servicios, fletes, etc.
Obvio que la gran intriga ronda el valor del dólar (oficial y blue), y hasta cuando se mantendrá la brecha entre ambos, ya que esto que constituye la principal quita que hoy afronta la producción (aún más que las mal llamadas “retenciones”).
A esto no hay que agregarle nada más y nada menos que la presión impositiva. ¿Se mantendrá, o aumentará? (lamentablemente, nadie espera que baje…).
Y más riesgoso aún es que podrán intentar ahora las autoridades, ante la estrechez de recursos para afrontar el endeudamiento externo, pero también para mantener, simultáneamente, la “mesa de los argentinos”…
Aunque nadie espera que se haga lo más lógico, que sería liberar tanto el mercado de cambios, como que se eliminen mucho de los actuales gravámenes (varios superpuestos), al menos se esperaría alguna señal sobre levantamiento de otro tipo de restricciones como cupos, cuotas, registros, etc. que restringen la libre operatividad de los mercados y que, en más de un caso, ni siquiera son explícitas.
¿Se puede invertir para producir, sin saber si va a poder vender, y lo que se va a cobrar es lo que vale, y no un precio arbitrariamente ficticio por decisión de algún funcionario de turno?.
Tampoco la inestabilidad e indefiniciones políticas ayudan para fomentar inversiones, ni externas, ni internas.
De ahí que “ni Mandrake, el mago”, sería capaz de tomar una decisión certera con semejante contexto.
(*) Famoso comic creado hace 90 años, que relataba las increíbles historias de un mago imbatible.