El Diario de...

Susana Merlo

Una mirada distinta de la Agroindustria

Por Susana Merlo (especial para Revista Chacra/enero 2025)  Menos mal que el clima no le llevó el apunte a los pronósticos y desde la segunda quincena de octubre comenzó finalmente a llover con cierta regularidad, lo que calmó un tanto el ánimo de los productores.

En realidad, fue el único hecho concreto positivo pues, del otro lado de la balanza, se anotaron los precios internacionales de los granos que no despegan , con una soja en la franja de los U$S 350/360/tn; un maíz de U$S 180/tn, y un trigo que apenas logra superar los U$S 200/tn. (“perforó”  ese nivel a fines de diciembre)

Un poquito mejor el mercado internacional de proteínas con las distintas carnes, los huevos, y la leche en una mejor posición, pero con muy pocas posibilidades de aumentar rápidamente la producción local, menos aún incrementar exportaciones si el consumo interno comienza a recuperarse.

En materia ganadera el atraso de precios todavía es notorio, a pesar de la recuperación relativa de fin de noviembre, principios de diciembre. Según Informe Ganadero los precios de las distintas categorías no alcanzaron a la inflación, y hasta aumentaron menos que otras carnes alternativas como el pollo o el cerdo.

Por otra parte, el rápido avance tecnológico no es para todos, lo que vuelve a ampliar la brecha marcando la “desaparición” de productores pymes, que se dedican a otra cosa, o se van a los pueblos como “rentistas” alquilando sus explotaciones chicas y medianas (esto viene también de la mano, del ”envejecimiento” de las zonas rurales, ya que los jóvenes se van a las ciudades); mientras que crece la cantidad de grandes establecimientos, tecnificados, y con la escala suficiente para las producciones extensivas. ¿Pero se quiere solo esto en el país?, ¿estamos asistiendo a un nuevo éxodo rural hacia las grandes ciudades?.

Evitarlo o, al menos, atenuarlo, requeriría un plan estratégico que hasta ahora no hay, y la frutilla del postre fue el avance sobre el INTA que, sin duda, debe racionalizar su abultada dotación de personal, especialmente administrativo, pero sin desmantelar un organismo imprescindible a la hora de la reconversión socio-política que ya se está dando en las distintas zonas rurales del país (aunque el sector oficial no parece darse cuenta aún).

Así las cosas, el “renovado” compromiso presidencial de “ocuparse” de las retenciones este año, tiene gusto a demasiado poco. El precio de la leche llega tarde para evitar la desaparición de cientos de tambos; la faena de hembras vacunas siguió llamativamente alta para poder pensar en una recomposición del rodeo, a pesar del déficit de más de 700.000 terneros en el último ciclo; hay pocos productos con mejor precio para exportar (proteinas animales), y los que por clima pueden ahora presentar un mayor volumen como los granos, se ubican en precios flojos que, aunque logren buenos rindes, dan resultados en rojo para los productores, la mayoría de ellos arrendatarios.

Argentina está  “cara” en dólares y las devaluaciones en algunos países vecinos como Brasil, lo hacen sentir más aún.

 

Pocas medidas favorables, como el mini RIGI (fertilizantes, riego, etc.), mientras las comunas desmadran con tasas (impuestos) exponenciales, y los caminos rurales para sacar la producción, directamente quedan intransitables apenas caen unas pocas gotas, sin que nadie le “ponga el cascabel al gato” o, lo que es lo mismo, se ocupe de la micro(economía) que, en el caso del campo, sigue siendo el único que ya está dando ingresos de divisas, y es balance de dólares positivo (pues importa muy poco, y exporta buena parte de lo que genera).

¿Las promesas se harán realidad este año??

Compartir: