Aunque el orador se estaba refiriendo a distintas formas de monetización de productos y derivados en su empresa, no pareció darse mucha cuenta de lo que estaba anunciando. Sin embargo, la inmediata reacción de un oyente, tal vez uno de los más experimentados en materia empresaria, y para colmo en “alimentarias” acusó recibo en forma instantánea. Basto un mínimo impasse de la charla para que, presto, se levantara, fuera hasta la mesa baja desde donde se hacía la disertación, y que apenas separaba un escalón, y “manoteara” el objeto que lo había atraído inmediatamente. “Después te lo cobro”, alcanzó a decirle el orador, mientras el asaltante volvía a su lugar con su preciado tesoro.
El tema no tendría ningún interés particular si el que exponía no hubiera sido Javier Goñi, CEO de Ledesma; el eventual usurpador, el ex Ministro de Industria de Brasil y hoy titular del mayor holding alimentario de Brasil, Luiz Fernando Furlan, y el preciado objeto, apenas una liviana y pequeña bandeja casi grisácea, de las que se utilizan en los supermercados, pero con una pequeña diferencia: se entierra y se degrada en ¡6 meses!
Un bioplástico, producto del bagazo de caña de azúcar que está registrado como Caña Pack (compostable), que amenaza con revolucionar un mercado tan sensible a los temas ambientales.
El Forum Agroindustrial organizado por LIDE terminó, y Furlan aún no había devuelto la bandejita…