(12-3-25) Delicioso, incomparable, sabroso, delicado, rico, deleitable…., y cuantos más adjetivos (positivos) se le puedan poner al fantástico cordero Hampshire Down asado en las famosas y experimentadas brasas de Cristian Petersen. El manjar fue servido en el nuevo Patio Brangus de la exposición anual de San Nicolás, para presentar la delicia de una carne que muy pocos en la ciudad pudieron degustar hasta ahora.
Y justamente, esa es la idea de Carlos Amato quien está movilizando desde su cabaña La Callejera, la difusión de la genética Hampshire (los famosos “caras negra”), y el repoblamiento de los campos con ovinos, para llegar, como en las restantes especies, a los cortes, envasado al vacío, y la oferta en los grandes centros de consumo. “Nos faltan más frigoríficos y que el Senasa se sume induciendo a registrar los animales, para que se puedan vender en el circuito comercial regular, con trazabilidad, sanidad, etc.”, dice con entusiasmo, totalmente justificable inmediatamente después de saborear el primer bocado….